lunes, 17 de noviembre de 2008

¿Se acuerda usted de mi?

¿Se acuerda usted de mi?
Soy aquel que cuando entra a su restaurante se sienta y espera pacientemente a que el mozo termine de charlar, para alcanzarme el menú.
Soy aquel que cuando entra a su negocio espera tranquilo que sus empleados terminen con sus temas personales para atenderme.
Soy aquel que cuando llega a una estación de servicio, jamás toca la bocina y deja que el empleado abuse de mi tiempo tardando en venir.
Soy aquel que al no encontrar su producto en las estanterías compra pacientemente otro.
Soy aquel que compra su producto y cuando lo uso y no me satisface solo lo tiro a la basura sin protestar.
Me reconoce ahora? Si aquella buena persona ... Dirá usted.
Pero realmente sabe quien soy yo?
El cliente que acaba de perder.

Hace unos días salí con unas amigos de compras y entramos en un negocio seducidos por la atrayente publicidad con fotografias de rostros satisfechos y agradecidos y grandes carteles de liquidación. En la caja había dos personas conversando, parecía que no les ajustaban bien las cuentas. Nosotros entramos y empezamos a mirar. Queríamos saber precios, si tenían otros alternativas, tallas , colores pero nadie se acercaba y cuando finalmente le pedimos a una de las señoritas que nos ayude, sentimos que lo hizo de mala gana, con un gesto incluso de molestia. Elegimos algunos artículos, obviamente por el precio mas no por la atención, pero nuestra sorpresa fue mayor cuando al momento de pagar tuvimos que esperar mas de diez minutos que la cajera dejara las cuentas que hacia para cobrarnos lo que compramos...
¿Qué podía ser mas importante que un cliente, en ese momento?
Esperamos y quizás por respeto a nosotros mismos no discutimos con las dependientes pero al salir todos dijimos lo mismo:
A este almacen NO volvemos JAMAS!!!
Ejemplos y experiencias como la anterior, hay miles, definitivamente hay quienes venden porque hay un ser superior que es grande y bondadoso, pero su dicha no durará mucho, pues cada vez los clientes son mas exigentes, con todo su derecho claro esta, pues dentro de la oferta y la demanda quienes deciden ahora no son los ofertantes sino los compradores y es tan sutil en ocasiones esa diferencia que hace que un cliente se decida por tal o cual articulo o almacen... muchas veces y sobre todo para quienes hemos sido victimas de la mala atención, decidimos comprar en un lugar determinado NO por el precio, que puede ser un poco mas alto del mercado, pero si por ese VALOR AGREGADO que le dan quienes saben atender a sus clientes

Sin clientes no hay ventas.
Sin ventas no hay trabajo.
Sin trabajo no hay empresa.
Sin empresa no hay empleo.

Hace unos años atras en un viaje de fin de semana a Argentina y mas específicamente a mendoza, por donde llegamos desde Chile, pasabamos con mi familia frente a un sencillo almacen de ropa, en la vitrina habia un sweter o chaleco como le dicen en algunos lados cuando se nos ocurrio simplemente por curiosidad saber su valor... Quien nos atendió sin dejar de prestar atencion a quien le estaba vendiendo nos saludo y solicito un poco de paciencia mientras el se desocupaba y entre tanto nos ofrecio la posibilidad de tomar las prendas que quisieramos para poder observarlas, ante semajante cordialidad practicamente nos sentimos casi comprometidos a ver la ropa con cierto agrado ademas, e inmediatamente él termino de hacer la anterior venta se dedico a nosotros, le insistiamos en que no era necesario sacar mas prendas pues solo queriamos
saber su valor, sin embargo el estubo dispuesto sin ningun compromiso a darnos los detalles de las prendas, sutilmente nos invito a probarlas y ante la primer negativa nos sorprendio el que él mismo se colocaria uno de sus chalecos para que vieramos como ajustaba y se veia, para hacer corto el cuento, salimos mi esposa y yo cada uno con un par de sweter y hasta las gracias le dimos por su atencion y deferencia... imaginense si yo necesitara realmente esas prendas... salgo con medio almacen en las bolsas pues en este caso el tendero cumplio al detalle los requerimientos básicos para hacer una buena venta, le dio un VALOR AGREGADO al producto, el SERVICIO fué adecuado y personalizado, ATENDIO nuestras consultas sin pretender exagerar o intentar vender algo que no se diera cuenta eera de nuestro interés... y hasta el día de hoy cada vez que me coloco uno de esos chalecos o sweter agradezco haberlos comprado!
Considero que necesitamos entender qué es, ponernos al servicio de nuestros clientes, tanto sean internos, como externos.
Y para mi estar al servicio de alguien es transitar el estar presente auténticamente, interesado por las preocupaciones y necesidades del otro. Y poder transmitirlo de manera que pueda ser percibido por los demás. Conocer sus expectativas, escuchar atentamente y empáticamente. Como si nos pusiéramos en sus zapatos y sintiéramos lo que el siente. Ayudar a resolver el problema que trae.
Tenemos un sólo momento para crear esta sensación y es AHORA.
“Un Cliente no depende de nosotros, nosotros dependemos de él.
No le hacemos un favor, al servirlo.
El nos hace el favor de elegirnos y darnos la oportunidad de atenderlo.

Preguntemonos algo respecto a nuestros clientes... lo mismo que nosotros como clientes pretendemos cuando estamos del otro lado...
¿Cuando entra tu cliente lo escuchas con interés o le muestras que te interrumpe
en tu trabajo?
¿Te anticipas a sus necesidades?
¿Le sumas algún valor agregado a tu servicio?
¿Buscas superar sus expectativas?
¿Haces del servicio al cliente la cultura de tu organización?
¿Escuchas sus quejas y reclamos como espacios de aprendizaje para tu
empresa?
¿Sabes qué es lo verdaderamente importante para ellos?
¿Lo miras a los ojos con una amplia sonrisa?
El servicio va mas allá de la simple atención en el momento de que el cliente entra a nuestras dependencias, tiene que ver con cada uno de lo que llamamos “Puntos de Verdad” y son cada uno de los momentos o instancias en que ese posible cliente tiene contacto con nuestro servicio, con nuestra empresa, con nuestro logotipo, con nuestro slogan, con cada una de las personas que trabajan para nosotros atiendan o no al público o cliente final, con la actitud de cada una de estas personas, de el guardia, de las personas de aseo, la secretaria, los cajeros, los dependientes, las promotoras, incluso la promesa en la que se convierte nuestro lema o logotipo y hasta nuestras
mismas dependencias con indicaciones claras y certeras, con lugares amables y sencillos que faciliten toda actividad que tenga que ver con nuestros clientes externos e internos (empleados y proveedores).
¿Sabes qué dicen las encuestas sobre cómo se pierden los clientes?
El 1% por que se mueren.
El 4% por que se mudan a otra ciudad.
El 5% por que se hacen amigos en otros negocios.
El 8% por que los precios son más bajos en la competencia.
El 12% por que encuentran mejor calidad.
El 70% por la indiferencia y mala atención
del personal de ventas y de servicio.
¿Cómo vas a atender a un cliente la próxima vez?

Autor: Desconocido. Mensaje en cadena que circula por la red.

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