domingo, 27 de noviembre de 2011

PORQUE GRECIA (Y ESPAÑA) NO SE RECUPERARÁN



Vicenç Navarro 
29 de junio de 2011 
 El mayor problema que tiene la economía griega no  es 
primordialmente de carácter económico o financiero. Es un problema 
político. Tiene que ver con el enorme poder que la banca ha tenido, y 
continúa teniendo, en la estructuración de la Unión Europea y de la 
Eurozona, así como en la génesis de la deuda pública de los países 
llamados despectivamente PIGS, cerdos en inglés, (Portugal, Irlanda, 
Grecia y España). Ahora bien, este poder de la banca ha contado con 
un gran aliado y cómplice: las clases más adineradas de los países de 
la Eurozona, incluyendo las de los países PIGS. 
 Veamos los datos, comenzando por las reglas que los bancos 
escribieron sobre las cuales se establecería la Eurozona. Estas reglas 
son las responsables de que Grecia nunca podrá (ni tampoco España) 2
salir de la recesión a través de las políticas que  se están siguiendo. 
Una fue que los Estados, al incorporarse al euro, perdieron el control 
sobre su propia moneda. Es decir, que en momentos de recesión 
(cuando la economía está estancada), el estado griego no puede 
devaluar la moneda y con ello poder abaratar sus productos y 
venderlos más fácilmente al exterior, recuperándose a base de ello. 
Suecia y Noruega, por cierto, se han recuperado de  la recesión 
mucho mejor y más rápido que Finlandia,  como consecuencia de que 
los dos primeros pudieron devaluar su moneda, lo cual no pudo hacer 
Finlandia al pertenecer al euro. 
 Otra regla es que, al integrarse al euro, los Estados dejaron de 
tener la potestad de imprimir dinero y establecer el precio del mismo. 
Cuando un país está en recesión, su Banco Central imprime dinero 
y/o abarata el precio del dinero, disminuyendo así  los intereses 
bancarios, facilitando que tanto los ciudadanos como los empresarios 
puedan conseguir préstamos con los cuales consumir  bienes y 
servicios e invertir, y así producir empleo y estimular la economía. 
Negarle al estado que tenga control sobre el crédito es imposibilitarle 
el poder estimular la economía. Una función de un Banco Central es, 
precisamente, la de garantizar el crédito, lo cual  funcionó bien en la 
mayoría de países europeos hasta que llegó la moda neoliberal con el 
Presidente Reagan de EEUU y la Sra. Thatcher de Gran Bretaña, que 
hicieron creer a muchos gobiernos europeos que desregular el crédito 3
era bueno para un país. El último caso que vimos fue Islandia, que  
conllevó un enorme problema, como también lo creó en los otros 
países que desregularon el crédito (que fueron la mayoría). 
 Y, por si fuera poco, la tercera regla era que un país no podía 
seguir políticas expansivas de gasto público. Es decir, un estado no 
podría gastar mucho para estimular la economía, pues el estado, 
según el criterio de Maastricht, no podía tener un  déficit estatal 
mayor del 3% del PIB y una deuda publica mayor del 60% del PIB. 
Claro que el criterio no decía cómo debía bajarse el déficit para 
alcanzar el número mágico del 3%. Pero insistieron  en que los 
estados bajaran los impuestos como manera de estimular la 
economía, considerando erróneamente que los ricos,  que eran los 
máximos beneficiarios de los recortes de impuestos, consumirían más 
que ahorrarían (de hecho, invirtieron en sectores especulativos). Esta 
insistencia en que el estado bajara los impuestos no dejaba al estado 
otra alternativa que la de recortar el gasto público. Esto eliminó la 
posibilidad de que el estado pueda estimular la economía mediante, 
por ejemplo, inversiones en áreas de creación de empleo. 
Estas tres reglas hacen muy difícil, casi imposible, para Grecia  
(y para España), salir de la crisis. En realidad, estas reglas fueron 
muy importantes para que la crisis se presentara en Grecia con la 
gravedad con laque se ha presentado. 4
¿QUÉ PASA EN GRECIA? LA ALIANZA DE LA BANCA CON LOS 
RICOS   
Una característica de Grecia, que comparte con España, es que 
ha estado gobernada por la ultraderecha por muchos  años. La 
dictadura de los coroneles fue (como lo fue también la dictadura de 
los generales en España) una dictadura de los ricos en contra de las 
clases populares. Ello ha determinado que los ricos no tienen la 
costumbre de pagar impuestos. El fraude fiscal ha sido enorme, 
consecuencia de la laxitud del estado, que ha continuado controlado 
por los ricos durante la democracia que siguió a la dictadura. En 2010 
sólo 15.000 griegos, de un total de once millones de ciudadanos, 
declararon al estado ingresos superiores a 100.000  euros al año, lo 
cual contrasta con la existente concentración de la riqueza y de las 
rentas, visible en los suburbios de las ciudades griegas. Se considera 
que casi la tercera parte de la renta nacional (la poseída por los ricos 
en su mayoría) no se declara. 
 Ello ha forzado al estado griego a endeudarse hasta la médula 
para pagar los gastos del estado (en infraestructura y en servicios 
públicos, así como en gastos militares que significan una carga muy 
importante en el presupuesto nacional). Esta deuda  recoge también 
la deuda incurrida por los gobiernos militares, no  elegidos 
democráticamente, y cuyo gasto militar lo tiene que pagar ahora el 5
estado democrático. Éstas son las causas de que el  estado griego 
tenga un problema de déficit del estado (12% del PIB) y de deuda 
pública, todavía mayor (150% del PIB). Pero esta realidad quedó, en 
parte, ocultada por el estado con la ayuda del banco Goldman Sachs. 
El diario alemán Der Spiegel descubrió las ocultaciones de las cuentas 
nacionales que el estado griego (gobernado por las  derechas) había 
realizado con la complicidad de aquel banco estadounidense (que 
recibió un pago por ello de 800 millones de euros). Es imposible que 
la Comisión Europea (cuya mayoría son de partidos de derechas), no 
lo supiera. Por cierto, el que era Vicepresidente para Europa del 
banco Goldman Sachs, que realizó operaciones financieras con el 
gobierno conservador griego para ocultar la situación real del déficit 
público del estado griego, el Sr. Mario Draghi será el nuevo 
Presidente del Banco Central Europeo, poniendo a la cabeza de este 
Banco (que es un lobby de la banca, en lugar de ser un Banco 
Central) a la persona que ayudó más al desfalco de  las cuentas 
públicas del estado griego. 
 Cuando el gobierno socialista salió elegido descubrió estos 
problemas, indicando que el déficit y la deuda eran mucho mayores 
de lo que el gobierno conservador había indicado. El estado está 
enormemente endeudado. Los bancos alemanes y franceses, pero 
también los bancos griegos (donde los ricos griegos depositan su 
dinero) han comprado la deuda pública a unos intereses abusivos. Por 6
cierto, la mal llamada ayuda a Grecia es para asegurarse que el 
estado griego pagará a tales bancos. Y la enorme austeridad 
impuesta a la población griega por parte del estado (77.000 millones 
de euros, de los cuales 28.000 millones serán en recortes de gasto 
público y 50.000 millones en privatizaciones del patrimonio nacional) 
es para poder pagar a los bancos. 
EL EURO Y LA CRISIS 
 Este endeudamiento del estado griego es beneficioso para los 
bancos y también para los ricos que no pagan impuestos, forzando al 
estado a endeudarse aún más. Pero es también beneficioso para los 
ricos y para los bancos extranjeros, pues el estado se siente en la 
necesidad de privatizar sus propiedades (a unos precios irrisorios) 
con lo cual vemos una enorme demanda de euros por parte de 
bancos de inversión para comprar tales propiedades. En realidad, en 
contra de lo que constantemente se dice y se alarma, el euro está en 
muy buena salud (demasiado buena para los empresarios españoles 
que tienen problemas para exportar), y ello se debe a la enorme 
demanda de euros con los cuales se compra la privatización de los 
bienes públicos de Grecia (y de España). Véase el caso de las cajas 
de ahorros españolas, que se están vendiendo a unos precios muy 
bajos. Y todo ello con la ayuda del Estado. De ahí  que las 7
privatizaciones sean una estrategia impuesta por la banca a los 
países del euro como manera de conseguir la venta del patrimonio y 
servicios muy rentables de los países periféricos. 
 Vemos así como el enorme dominio de la banca explica que los 
estados periféricos estén estancados en su deuda sin poder salir de 
ella, lo cual no ocurre por incompetencia, sino por diseño, pues así 
consigue introducirse y conseguir mayor rentabilidad al comprar a 
precios muy bajos lo que antes era público. Cualquier lector de este 
artículo debiera indignarse. Por cierto, este artículo fue enviado a 
algunos de los medios de mayor difusión del país, ninguno de los 
cuales consideró oportuno publicarlo. Agradecería al lector que lo 
distribuyera lo más ampliamente posible.

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