viernes, 10 de agosto de 2012

LEGAL Y CORRECTO O, LEGITIMO Y CIVICO.

Los que tengan alguna noción de publicidad, marketing, técnicas de mercado,
etc. saben -o eso al menos dicen- que el final de una frase o de un escrito,
suele quedarse más retenido en la mente humana que el prólogo o el
desarrollo del mismo.
Por eso, empezaré por el final: Ante la injusticia, el hambre y la exclusión
de los derechos humanos más elementales, no hay leyes que valgan...ni
tribunal que las defiendan.

Las leyes -todas- son imperfectas, entre otras cosas, porque están hechas
por el hombre que es el ser más imperfecto que existe. Por ese motivo, la
legalidad, "conjunto de las cosas prescritas por la ley", es algo que cambia
continuamente, dependiendo de la ideología del partido gobernante.
¿Acaso no fue legal el mandato de Hitler? ¿Acaso no fue legal las leyes que
proscribían a los judíos? ¿Acaso no era legal el régimen de Franco?¿Acaso no
eran legales las leyes y las condenas a muerte con que este dictador machacó
al pueblo español?.
Sobre lo correcto, hay acepciones que lo definen como la cosa libre de
errores o defecto, "conforme a las reglas o leyes"
O sea, más de lo mismo. De ahí la manida e hipócrita frase: lo políticamente
correcto.
Lo único que puede interesar al ser humano como tal es lo realmente legítimo
("lo genuino, lo auténtico") y lo cívico ("de la ciudad o de los ciudadanos
o relativo a ellos").
El resto, el conjunto de normas, reglas, leyes y ordenamientos, serán
válidas tan sólo siempre que protejan y velen por los ciudadanos; pero nunca
al revés.

La actuación del SAT andaluz, con Gordillo como fiel exponente de lo que
debiera defender toda persona honrada, decente y, sobre todo, que sea justa
con sus congéneres, es el único argumento válido, legítimo y cívico. Todo lo
demás, las críticas vertidas en su contra simplemente son manifestadas por
personas que no van más allá de lo que ven sus ojos, o cuyas entendederas
andan bien cortas o, lo que es peor, comulgan con los credos que les hacen
rezar los mal llamados gobernantes del pueblo español.

Es posible, -pero eso me tiene sin cuidado, porque no entra en el fondo de
la cuestión- que este acto del SAT, busque el protagonismo, la demagogia, el
populismo, la chabacanería (se les ha dicho de todo, eh)etc.etc. Me da
igual. Eso no es lo importante. Lo importante es el desahucio y la exclusión
civil y social de más de veinte millones de españoles que están en el umbral
de la pobreza.

Por terminar, me gustaría -sí, me gustaría; nada de no desear ese mal para
ciertos individuos- que esas personas tan "legales", tan "objetivas", tan
"ciudadanas", tan de "bendita y santa opinión", tan "ellos jamás lo harían",
me gustarí decía y, fervientemente, que esas gentes, al menos por unos
cuantos meses, se vieran abocadas a la perentoriedad que viven millones de
españoles y no tuvieran familia donde refugiarse. Con unos meses bastaría.
Veríamos su opinión entonces.


MPV
villadelrio

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